No hablo de ningún chico,ningún imbécil que me dejó y me 'rompió el corazón',no. Hablo de ella,de esa mujer que me alegraba el día con sus 'Angelito de la abuela ¿cómo estás? ¿Qué comemos mañana?',sus sonrisas,las historias de su infancia y juventud,esos abrazos cálidos que me daba...y ahora,ahora que ya no está,me doy cuenta.
No pasa un día que no me acuerde de ella desde aquel 16 de Marzo del 2010,con mis trece años apenas cumplidos hacía unos días,cuando por primera vez tuve un golpe fuerte en la 'vida'. Ese día cuando volvía de gimnasia a las 5 de la tarde,mientras cantábamos todas en el micro,me llegó un mensaje de texto de mamá. 'Anda a lo de Juli después del colegio'. Ya sabía. Sabía que era lo que había pasado,pero no lloré...estaba tratando de convencerme de que no era cierto,que había ocurrido otro inconveniente,no ESE que tanto temía,pero que era en ese momento tan propenso a pasar.
Había tenido la charla de 'Ella está mal,no sabemos que va a pasar,pero en cualquier momento...' por parte de mi papá,pero verla a mi mamá tan cabizbaja y llorando por los rincones,fingiendo que todo estaba bien,me hizo sentir que en ese momento tenía que ser fuerte. Esa es una de las razones por las que,hasta el día de hoy,no lloro adelante de mi mamá. Pero eso no me quitaba mis trece años recién cumplidos y el hecho de que era (y sigo siendo) una nena y emocionalmente no era lo suficientemente fuerte como para crear ese campo de fuerza para que todo me resbale. Fue entonces ese día,el día de la 'charla',cuando aprendí a llorar en la ducha. Llorar y que las lágrimas saladas se mezclen con el agua,llorar sin que nadie te vea y se entere de lo que pasa,llorar sin darte cuenta de que estas llorando.
Pero bueno,la vida sigue y no espera a nadie...y ese día llegó. Se me había ido,no estaba más y hasta el día de hoy llevo conmigo esas palabras de agradecimiento,ese 'te amo' que nunca le dije y nunca voy a poder hacerlo. Llevo conmigo ese arrepentimiento,ese odio hacia mi misma,la bronca de saber que no se lo dije,la duda de no saber si ella sabía o no lo mucho que la quería hace casi dos años,y lo descargo con lágrimas. Lágrimas en la ducha,cuando me quedo sola o antes de dormirme. Lágrimas que se van por la cañería,que quedan impregnadas en mis remeras o en mi almohada,lágrimas que espero que ella vea y por fin sepa que significó todo para mi,que era terriblemente unida a ella,que marcó mi vida,que fue y siempre va a ser de las personas más importantes.
No soy una persona demostrativa,quizás por eso nadie sabe que tardé dos meses en poder entrar de nuevo a su habitación,que cada vez que la nombran miro hacia abajo para esconder mis ojos cristalizados,que cuando me hablan de ella soy cortante al respecto y que desde aquel Martes 16 de Marzo del 2010,no volví a llorar adelante de mi mamá o de algún miembro de la familia. Y estoy convencida de que mi mamá piensa que soy una piedra porque no volví a llorar y porque no fui al crematorio porque me planté la sonrisa y fui al colegio,que perder a mi abuela fue como perder una hebilla,pero lo que no sabe es que no lloro para que ella no llore,que trato de ser fuerte para que lo demás no tengan una recaída o sientan pena por mí,pero que lloro todas las noches antes de dormir en silencio,que no demuestro tristeza porque trato de recordarla con alegría y que no fui al crematorio porque quería convencerme a mi misma de que lo que estaba pasando no era cierto...pero me di cuenta que era real cuando mis amigas me dedicaban esa sonrisa desganada y ese abrazo lleno de silencio que hablaba por sí solo.
Ahora estoy sola,escribiendo esto,soltando un par de lágrimas porque aunque no lo quiera admitir,me hace bien hablar de ella,me hace bien recordarla,aunque me haga llorar y odiarme casa día un poco más por haber dejado cosas sin decir. Y para aquel que lea esto,si es que alguien lo lee,tengo que decirle que desde mi punto de vista,el tiempo no cura las heridas,sólo alivia el dolor...y si tienen que decir algo,díganlo antes de que sea tarde,porque cuando se nos va la oportunidad y nos quedan cosas guardadas,nos sentimos increíblemente impotentes.
